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miércoles, 29 de julio de 2009

INTRODUCCIÓN.

“Esta noche decidí marcharme de su mundo. Ya no lo soporto más. Está bien un orden, pero esto es manipulación y no estoy dispuesta a aceptarlo. Yo no voy a vivir así.

Quien quiera acompañarme será bienvenido, pero sepan que una traición no será perdonada. Adiós.”


De esa manera me despedí. Tomé mis pocas cosas y me fui, por supuesto, sin decir a donde y no muy lejos, por las dudas. Nadie se asienta lejos del río, pero no es cuestión de dejar que te inunde.

Aquella noche partí con todo lo necesario, previendo no sólo comida y abrigo para un buen tiempo, sino también una posible invasión, un posible acompañante (por más que no lo creyera probable siempre se puede soñar), y un posible intento de frenarme. Nadie lo notó, pero antes de irme estudie su comportamiento y me llevé sus armas. Es por esto que no me asusta que vengan a buscarme y prefiero que se unan para encontrarme, al menos por una vez sabrán lo que es cooperar, lo que es estar juntos. Y quizás hasta logres comprender que a intentar eso es a lo que fui.

Quiero que sepas, además, que estoy muy bien aquí y que aunque a veces extraño sus placeres mundanos prefiero saber que sol me regala su calor y que ya no necesito secarme el corazón en un tendal antes de salir a la calle.

Pocas pero grandes alegrías me dio y se lo reconozco. Espero que no tome mi partida como una ingratitud. Lamento si alguna vez creyó que le pertenecí, nunca fue mi intensión. Ojalá algún día lo entienda, si lo hace quizás sepa dónde estoy. Si lo hace, si cambia, tal vez vuelva. Con mi sueño latiendo no pude ir muy lejos, tenía que quedarme a ver si es posible…

2 comentarios:

Pato Farina dijo...

Gustozo de pasar por aqui!

Siempre hay lindas cosas para leer!

Saludos! que tenga un buen dia señorita!

Marcelo dijo...

Me gustó mucho esto:
"Nadie se asienta lejos del río, pero no es cuestión de dejar que te inunde"
Un saludito!